lunes, 27 de mayo de 2013

Capitulos 24, 25, 26 & 27. Mariana Martinez Flores . Grupo 204


Capitulo 24 El carro de la muerte

Durante meses y meses Olga estuvo haciendo lo posible por dar con algún rastro de su marido cada vez que cruzaba a su campo un transporte de hombres se precipitaba a las alambradas con el corazón.
En sus sueños de Olga lo veía muchas veces trabajando en las minas con los pies hundidos en el agua bajo las rodillas. Después de desechar mil planes uno tras otro en su campo había un bloque para locos los insensatos jefes de campo habían dispuesto que si las personas normales tenían que morir, los lunáticos deberían seguir con vida.  La mayor parte de estos casos eran muy interesantes por lo cual resultaban de valor para los sabios alemanes.
Después de numerosas y estériles intentos en alguno de los cuales llego hacer pasar por loca logro por fin seguir en un puesto en el famoso carro de la muerte, dos enfermeras supervisaron a siete u ocho pacientes los tres centinelas de las S.S que iban escoltando cerrando la puerta y sentándose junto al chofer trataban de tranquilizarlos pero sin ningún éxito a veces los abrazaban y los besaban pero también a veces los escupían o los insultaban.
El vehículo atravesó la población de Auschwitz lo que vio por los cristales enrejados se dio la impresión de que estaban en un mundo irreal los hombres andaban libremente por las calles, formando colas salian de la iglesia entraban en los establecimientos comerciales el coche siguió avanzando de cuando en cuando venían algunos miembros de las S.S. a mirar por la ventanilla dos mujeres se apretujaban la una de la otra haciendo el amor en el piso de vehículo otro que fuera anteriormente profesor de matemáticas demostraba elecuentemente con numerosas gesticulaciones que el problema de la guerra podrían ser reducido a una simple ecuación con cuatro incógnitas: X,Y,Z,W o sea, Churchill, Roosewelt, Stalin y   Hitler:
Los enfermos fueron trasladados a la sala de experimentos bajo la vigilancia de un doctor alemán se les inyectaba un sustancia nueva con la cual se trataba en producir un sistema nervioso.
Mariana Martinez Flores . Grupo 204 

Capitulo 25 En el Umbral de lo desconocido
En la mañana del 17 de enero de 1945 aparecieron tropas de la S.S. en el hospital recogieron todos los instrumentos de algún valor a media noche llegaron mas S.S quienes ordenaron llevar inmediatamente las fichas de los enfermos y las graficas de temperatura al buro político en menos de una hora estaban los documentos reunidos frente a las oficinas de dicho departamento.
El hospital fue testigo de escenas desgarradoras las enfermas estaban aterradas las que no tenían ya fuerzas se dejaban caer de la cama reclamando su ropa les distribuían lo que tenían    pero solo podían vestir a unas cuantas obedecían las ordenes y continuaban atendiendo a sus pacientes pero las enfermas no se registraban. Las que no tenían ropa que ponerse se envolvían en unas mantas nadie tenia calzado ni medias. Durante aquella mañana los alemanes lo reunieron en la Lagerstrasse en columnas de ha cinco en fondo por la tarde llego el nuevo comandante del campo escoltado por una gran comitiva todas las enfermas y hasta las que no estaban oficialmente enfermas no parecían gozar de buena salud fueron mandadas otra vez a las barracas Olga según estaba esperando abandonar las filas para hacer las últimas visitas a las enfermas la mayor parte de las pacientes se tiraban de la cama y vagaban alrededor de la estufa que había en medio de la habitación, tenía que volver a ocupar su puesto en las filas, pero coloco unas cuantas inyecciones a las que sufrían mas para tranquilizarlas hecho una mirada sobre el vasto campo de virginidad  ante los campos F,D,C,Y,B-2 ardían grandes montones de papel.
Mariana Martinez Flores . Grupo 204  

 Capitulo 26 ‘’ La Libertad’’

Los guardianes que rodeaban iban conduciendo como un rebaño hacia un frio intenso y el aire se les clavaba como un cuchillo atreves de sus andrajos.
Los hacían caminar cada vez más aprisa los guardianes alemas estaban positivamente alarmados los obligaban a andar tan de prisa que ya no sentían el frio porque tenían empapada la ropa de sudor. Los perros como si percibieran el peligro que estaban corriendo sus amos el primer día Olga observo que varias de sus compañeras se amontonaban al borde de la carretera suplicando que se les permitiera subir a un carro arrastrado por caballos que era guiado por un guardián alemán.
Después de mucho razonar y discutir lo dejo de pronto se le ocurrió mirar hacia atrás y observo cinco guardianes de la S.S. cubriendo la  retaguardia de la columna el medio se volvió y  extendió su brazo derecho hacia la doctora Rozsa quien se había quedado plantada en medio de la carretera.
Los guardianes de la S.S estaban armados de ametralladoras y granadas de mano tenían órdenes de liquidar a las seis mil presas en el caso de ser sorprendidos por un avance ruso entre tanto muchas de sus compañeras de cautiverio habían sucumbido su grupo paso la primera noche en una cuadra  sus amigas y Olga se despertaron antes que las demás porque querían estar en la primera fila de columna, las consecuencias fue que Olga y sus amigas   se encontraron de pronto en la primera fila de la columna principal varias de las polacas se encontraban cerca de ellas y comenzaron a discutir no sabían el porque la verdad era que al ambiente se estaba haciendo ya intocable cierta mañana cuando apareció que estaban lejos los alemanes fue a la cocina para hacer una cuantas galletas de Transilvania como regalo a la familia cuanto mas afanada estaba en su tarea entro inesperadamente un soldado alemán en la cocina miro a  Olga y comenzó hacerse preguntas asi mismo 
Mariana Martinez Flores . Grupo 204  


Capitulo 27.-  ‘’Todavía tengo fe’’

El 31 de diciembre de 1944  el alto mando de las S.S pidió al campo de Birkenaou que le mandara un informe general sobre los niños internados a pesar de las selecciones originales quedaron todavía muchos de estos pequeños que habían sido separados de sus familias, los alemanes resolvieron que tenían que desaparecer rápidamente, pero los alemanes siempre tenían recursos para todo recibieron la orden de bañar a todos los niños por la interminable carretera de concentración que había sido el biacruzis de tantos millares de mártires los pequeños prisioneros empezaron avanzar en larga procesión. Los niños se tambaleaban en su marcha hacia la muerte con sus arrapos cubiertos de b lancos copos: Guardaban un silencio tan profundo como el de los duendes de la nieve y seguían adelante titiritando incapaces ya de llorar.
Pocos fueron los niños de Birkenau  que sobrevivieron  aquella revista, los que quedaron con vida iban a quedar mas tarde sobre los garrotes de los soldados por fin volvieron a las barracas, los pequeños que habían sobrevivido aquella prueba se movían como autómatas y estaban medio muertos de agotamiento pero en aquel estado fueron llevados nuevamente a los establos
Mariana Martinez Flores . Grupo 204  

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